El vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, destacó hoy la "sintonía" en las relaciones comerciales entre Brasil y China y apostó por una agenda bilateral enfocada en la sostenibilidad y en la llamada economía verde así como que su país pueda diversificar la agenda de exportaciones al mercado chino.
Lo hizo Mourao al inaugurar la Conferencia Anual del Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC) realizada en la ciudad de Sao Paulo, bajo el lema "Construyendo Puentes para un Nuevo Orden Mundial", en la cual repasó las acciones bilaterales para incrementar las relaciones entre ambos países.
"Hay una sintonía entre China y Brasil para recuperar desafíos", subrayó Mourao, senador electo en los comicios de octubre, presidente de la Comisión Sino-Brasileña de Alto Nivel de Concertación y Cooperación (Cosban).
Mourao, quien dejará el Gobierno junto con Jair Bolsonaro a partir del 1 de enero cuando asuman el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, y el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, repasó parte de la agenda con China y dijo que la sostenibilidad, el medio ambiente y las políticas contra el cambio climático deberán ganar una nueva densidad.
Alckmin, exgobernador de Sao Paulo, será el encargado del lado brasileño de llevar adelante la Cosban a partir del 1 de enero.
China es el principal socio comercial de Brasil, principal economía latinoamericana, desde 2009.
"China es también un importante inversor en Brasil, además de que somos socios. La agenda de sostenibilidad de transición fue incorporada en nuestros documentos estratégicos. Vislumbro grandes oportunidades en la agenda ambiental, de bajo carbono, energía verde y reciclado", aseguró Mourao, un general retirado del Ejército.
Y subrayó que "la sostenibilidad no debe ser vista como un atributo de un nicho de mercado o de la alta renta, sino un camino para una economía de bajo carbono".
En ese marco, defendió la política agrícola de Brasil que según dijo "no afecta al medio ambiente".
Destacó Mourao que China "tiene la mayor parte de su inversión en Brasil en el sector de energía pero está aumentando la inversión en tecnología de la información y el agronegocio".
Mourao también apuntó como un punto positivo la cooperación en el área de salud, sobre todo con las donaciones chinas para la lucha contra la COVID-19 y el desarrollo para las vacunas para enfrentar la pandemia.
"Esperamos expandir la cooperación", sostuvo y en ese marco enfatizó la necesidad de que Brasil pueda diversificar cada vez más su agenda exportadora hacia China.
Mourao repasó el contexto mundial sobre la situación de la pandemia y la guerra en Ucrania y sostuvo que estos episodios "aumentaron la vulnerabilidad en el mundo" con una "economía internacional observando inflación, endeudamiento, problemas de logística y proteccionismo".
Frente a este escenario, dijo que Brasil "necesita actuar con pragmatismo y flexibilidad con una interlocución fluida y eficaz" y citó como ejemplo que el país sudamericano es un proveedor "confiable y repleto de potencialidad" para relacionarse con China.
Mourao recordó que en la sexta reunión de la Cosban en mayo pasado, chinos y brasileños ratificaron valores como "confianza, estabilidad y visión de largo plazo".
Citó el plan estratégico de la Cosban entre 2022 y 2031 con objetivos de largo plazo para un diálogo regular y el plan ejecutivo 2022-2026 de acciones prioritarias de cooperación bilateral en el corto plazo.
