La "democracia popular en todo el proceso" de China es un sistema democrático que responde con éxito a las necesidades del pueblo como dueño legítimo del país, afirmó el embajador chino en Uruguay, Wang Gang, en un artículo reciente publicado en la revista local "Caras y Caretas".

La propiedad sobre el país supone numerosos derechos, desde la participación popular en decisiones que tengan repercusiones en la vida de la gente, hasta el hacer que los políticos de todos los niveles rindan cuentas, expuso Wang.

La clave de la democracia depende, entre otras cosas, "de lo que se prometa oralmente al pueblo en el proceso electoral, y más aún de cuánto se cumpla después de las elecciones", explicó.

No se debe poner la democracia en un sistema único para después imponerlo sobre la variedad de civilizaciones del mundo, dijo Wang, para quien el sistema de gobierno de China ha surgido de la cultura, la historia y la sociedad peculiares del país asiático y se adapta a sus necesidades específicas.

"El ejemplo de China ha demostrado que la vía política socialista democrática con características chinas es viable y practicable", abundó.

China "continuará desarrollando la democracia popular en todo el proceso, materializará el anhelo del pueblo hacia una vida mejor y contribuirá con más sabiduría china al progreso de la civilización política humana", agregó el embajador.