El Barrio Chino de La Habana comenzó un proceso de gradual regreso a la normalidad con la reapertura formal de la Casa de las Artes y Tradiciones Chinas, en coincidencia con el aniversario 61 del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Cuba.

　　La institución, desde donde se gestiona el desarrollo socio económico de esa populosa parte de la capital cubana, abrió la exposición "Presencia", un homenaje a los chinos que se asentaron en la isla.

　　"Hoy es un día importante para chinos y cubanos porque hace 61 años, en una concentración popular, el entonces presidente Fidel Castro anunció el establecimiento de las relaciones entre los dos países", rememoró para Xinhua la directora de la Casa de las Artes y Tradiciones Chinas, Teresa Li.

　　La académica afirmó que además se inicia una nueva etapa en el Barrio Chino habanero, que pasa a ser una empresa con presupuesto estatal, lo que ofrece "mejores posibilidades de desarrollo para esta zona emblemática de la ciudad".

　　La apertura de la exposición resultó un evento simbólico, aunque el curador Raiko Vera destacó el valor cultural de la muestra, que recoge una pequeña parte de las más de 7.000 piezas atesoradas por la Casa como parte de donaciones hechas por chinos naturales asentados en Cuba o sus familiares.

　　"Esta es una exposición con un alto sentido etnológico, por eso tenemos expuesto mobiliario original, así como porcelana y adornos metálicos", explicó el museólogo.

　　La exposición además inició una jornada que se extiende desde hoy hasta el 20 de octubre, Día de la Cultura Cubana, pero que también incluye a fechas importantes para Cuba y China.

　　Como parte del regreso a la normalidad social y económica de La Habana, en el Barrio Chino se reabrió también una Farmacia de Medicina Tradicional que en una primera etapa soluciona las necesidades de los socios del Casino Chung Wah, centro principal de la comunidad china en Cuba.

　　Después de casi dos décadas cerrada, la farmacia se recuperó en el mismo inmueble donde se abrió en 1943 como un negocio privado, que años después pasó a ser propiedad del Casino Chung Wah.

　　Ahora la institución es un proyecto de desarrollo local gestionado por Chen Xiuzhen, una emprendedora mujer china asentada desde hace 18 años en Cuba, adonde llegó en auxilio de su hermana, gerente de una compañía importadora.

　　"Soy una vía para que los chinos naturales que aún viven en Cuba se sientan más cerca del país y para que los cubanos conozcan más de la cultura china", aseguró Chen, quien siente un particular aprecio por esos paisanos suyos, hoy de mucha edad, que aún viven en esa zona de la ciudad.

　　La farmacia ha sido un aliciente para esa comunidad en medio de los estragos de la pandemia de la COVID-19 y garantiza a los socios del casino una serie de productos de alta demanda en la isla.

　　"Ofrecemos no solo medicamentos, sino también alimentos proteicos y productos de aseo, belleza y protección personal", explicó Chen.

　　Los chinos comenzaron a llegar a Cuba en distintas oleadas migratorias desde la primera mitad del siglo XIX y según historiadores cubanos hacia 1858 comenzaron a asentarse en una zona humilde de la periferia de La Habana, donde se mezclaron con criollos y emigrantes españoles.

　　El Barrio Chino de La Habana llegó a ser el más importante de América Latina, con teatros, cines, periódicos, clínicas, innumerables negocios y varias sociedad de ayuda mutua.