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Cumbre China-Latinomérica y Caribe constata buena acogida de inversiones chinas en la región
xinhua
2018-11-06 10:12

  

  La XII edición de la Cumbre Empresarial China-Latinoamérica y Caribe (CLAC) celebrada el jueves y el viernes en la ciudad de Zhuhai, en la provincia meridional de Guangdong, volvió a confirmar la buena disposición con que los empresarios y actores políticos de la región reciben la inversión china.

  El gerente del sector de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fabrizio Opertti, preguntó con cierta urgencia a Wang Cheng, vicepresidente primero de la empresa china de televisores TCL, cuándo iban a invertir en un centro de investigación en América Latina, tras haberlo hecho recientemente en Polonia. Wang no respondió concretamente, pero aseguró que la región es uno de sus mercados de crecimiento más rápido, y que instalaciones de ese tipo non necesarias.

  El volumen comercial bilateral entre China y América Latina se ha multiplicado por 20 en los últimos 10 años, con un crecimiento anual promedio de más del 30 por ciento. China se ha convertido en el segundo mayor socio comercial de América Latina y el volumen comercial total entre las dos partes fue de alrededor de 260.000 millones de dólares el año pasado. Impulsada por el comercio, la cooperación en la esfera de la inversión también se ha desarrollado rápidamente. Actualmente, América Latina es el segundo destino de las inversiones chinas en el extranjero, después de Asia, y la inversión directa de las empresas chinas en América Latina ha llegado a 387.000 millones de dólares.

  Algunos empresarios latinoamericanos valoran la inversión de las empresas chinas porque pueden proporcionar un completo sistema de inversión en capital, tecnología y cultivación de talento.

  Así sucede con Vicente Jesús Lara, presidente ejecutivo de la Empresa Siderúrgica del Mutún (Bolivia), que indicó que están trabajando con empresas chinas para que construyan plantas de acero allá. Tras el establecimiento de la fábrica, las empresas chinas llevarán a cabo operaciones de gestión durante un período y, al mismo tiempo, formarán al personal boliviano, que al cabo de un tiempo asuimirá el mando.

  "Hemos pasado dos años y medio en negociaciones comerciales, y la construcción de la fábrica comenzará este mes. Desde la perspectiva de Bolivia, necesitamos empresas chinas, no solo su apoyo financiero, sino también su transferencia de tecnología. De hecho, las empresas chinas han satisfecho todos los requisitos de calidad del producto que les hemos propuesto", celebró.

  En Chile, la gente también reconoce la fuerte capacidad integral de China en infraestructuras. Mauricio Castillo, director comercial de Sigdo Koppers Chile, informó que los costos de logística en América Latina son de dos a cuatro veces mayores que los de los países desarrollados, y la comunidad empresarial está ansiosa por crear un buen ambiente para la circulación de bienes entre Chile y Argentina, Brasil, Uruguay. Esto, no obstante, requiere más infraestructuras, y los tremendos logros de China en el campo son suficientes para demostrar que son los socios de inversión más adecuados.

  "Chile está construyendo el primer ferrocarril de velocidad media que se llevará a cabo en cooperación con empresas chinas, y agradecemos a China por brindarnos esta oportunidad", dijo.

  Otra razón de la popularidad y el reconocimiento de la inversión china reside en su apertura.

  

  Claudia Pereda, representante para Asia de Bancomex, el banco nacional de comercio exterior de México, dijo que, desde 2014, una importante tarea del ente ha sido buscar financiamiento para el proyecto de reforma de las telecomunicaciones del país, con el objetivo de subir la tasa de cobertura de la red de telefonía móvil hasta el 94% por el año 2024. Las instituciones financieras chinas son un socio financiero importante para el proyecto: el Banco de Desarrollo de China proporciona el 30% del total.

  En la competencia global de la industria emergente, el mercado latinoamericano también prefiere la inversión china por su dinamismo e innovación.

  El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, citó una serie de esferas que incluyen la industria de la electrónica, la robótica, el Internet de las cosas, los macrodatos o "big data", la computación en la nube o la inteligencia artificial, entre otros. Desde su punto de vista, las empresas chinas claramente han logrado grandes avances en estas áreas en los últimos años, y las uruguayas también los lograrán si se asocian con ellas.

  El vicepresidente ejecutivo del Banco de Inversión y Comercio Exterior de Argentina, Pablo García, dijo que el organismo se está enfocando actualmente en las energías renovables y el desarrollo de nuevas energías, un nuevo campo en el que los bancos locales no tienen suficiente experiencia.

  "China tiene una gran experiencia en inversiones y desarrollo de nuevas energías. Trabajar con bancos chinos significa tener un amortiguador y reducir los riesgos de inversión. Creo que este es un muy buen modelo", defendió.

  La inversión de China en América Latina se ha diversificado. Según datos del Ministerio de Comercio chino, entre 2004 y 2010, el 42 por ciento y el 18 por ciento de la inversión china se destinó a los sectores locales de la minería y la energía, respectivamente. De 2011 a 2017, la proporción de la inversión china en estas áreas se redujo al 20 por ciento y el seis por ciento, mientras que se ha incrementado en las esferas de las telecomunicaciones, los inmuebles, la alimentación y las energías renovables, además de la mejora de la infraestructuras en América Latina, brindando más opciones a los consumidores locales.

  La Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China (SGCC, según sus siglas en inglés), adquirió los activos de transmisión y distribución de electricidad de Brasil en 2010 y 2017 respectivamente, y actualmente es la segunda empresa de transmisión y distribución más grande en el país. Liu Zehong, gerente general adjunto, aseguró que la empresa cumple estrictamente las leyes brasileñas y piensa seguir en el país a largo plazo y con personal local.

  "Tenemos muchos activos en Brasil y solo el 20 por ciento de nuestros empleados son chinos", señaló Liu, que insistió: "Vamos a quedarnos allí mucho tiempo y nos integraremos profundamente en el mercado. Nuestra cooperación em materia de electricidad con América Latina es mutuamente beneficiosa y ambas partes están muy satisfechas".

  Vale la pena señalar que mientras China invierte en América Latina, las empresas latinoamericanas también están invirtiendo en China. En 2011, la empresa brasileña de tecnología Stefanini destinó tres millones de dólares a levantar una fábrica en la provincia de Jilin, y está expandiendo su actividad en el país asiático. "Hay muchas empresas como Stefanini, pues los empresarios pueden aprovechar el enorme mercado de China", indicó el vicepresidente de Países del BID, Alexandre Meira da Rosa.

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